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Foto del escritorSilvia Fernández

EL CORONAVIRUS Y LA NORMALIZACIÓN DEL TELETRABAJO Y TELEFORMACIÓN

Actualizado: 9 abr 2020

El coronavirus nos "ha obligado" a realizar una pausa en nuestras vidas, tanto profesional como personalmente, pero... ¿era necesario realizar una parada en nuestras vidas? Pues quizás si, pues puede ser bueno para reflexionar, para hacer cosas que hacía tiempo que no hacíamos o tan solo para pasar tiempo en familia. Además, podemos tomárnoslo como un toque de atención para valorar más aquellos momentos con nuestros familiares y amigos, que con anterioridad no valorábamos.


Además, gracias a este paréntesis, se ha desarrollado aún más el teletrabajo y la teleformación.


Por un lado, el teletrabajo es aquel trabajo desarrollado por una persona en un lugar alejado de la empresa, por medio de un sistema de telecomunicación. Las principales ventajas del teletrabajo son:



  • Flexibilidad horaria: la gran mayoría de estos trabajos, al realizarse por objetivos, pueden ofrecer una gran flexibilidad horaria, sino total, por lo menos en gran parte. Al final lo que cuenta es entregar el trabajo dentro de los plazos marcados y establecidos previamente. De esta manera, puedes distribuir tu tiempo de la forma que más te convenga.

  • Conciliación de la vida laboral y familiar: permite una mejora de la adaptación del trabajo a la vida de la persona.

  • Flexibilidad geográfica: en muchos de los trabajos que se hacen bajo esta modalidad solamente se necesita para poder trabajar un ordenador y conexión a Internet. Esto, dependiendo del tipo de trabajo, incluye también la posibilidad de que puedas trabajar en una ciudad distinta a donde vives habitualmente.

  • Ahorro en costes y tiempo de desplazamiento: este factor es importante, pues todas aquellas personas que viven en una gran ciudad o trabajan lejos de casa, ya que se ahorra tanto en el coste del desplazamiento como en el tiempo invertido en el camino.


Sin embargo, algunas inconvenientes del teletrabajo son:

  • Posible desvinculación emocional del trabajador con la compañía: pues el hecho de no reunirse con sus compañeros y de no compartir un espacio común, hace que el trabajador pierda nexo, unión y referencia emocional con la compañía.

  • Dificultad para controlar al empleado: cada vez más, el trabajo se mide por objetivos y resultados en lugar de por el número de horas que se pasan sentados, pero a día de hoy todavía hay empleos que no se pueden cuantificar de esta manera.

  • Dificultad para el trabajo en equipo: cada vez son más las tareas y los trabajos que precisan de reuniones entre sus trabajadores. Teletrabajar provoca que los empleados tengan mayores dificultades a la hora de reunirse si no existe un lugar físico en el que hacerlo. Puede hacerse de forma virtual, con videollamadas, pero no siempre es posible ni los resultados son iguales.

  • Aislamiento: la falta de ese ambiente de trabajo y de la relación con otros compañeros puede provocar que el trabajador se acabe excluyendo y sintiéndose demasiado solo. El contacto humano sigue resultando fundamental.



Por otro lado, la teleformación es un método de aprendizaje que permite aprender algún tipo de estudio a través de Internet. Las principales ventajas de la teleformación son:




  • Flexibilidad: no se depende de horarios ni espacios, lo cual facilita la conciliación de los estudios con la vida laboral y personal.

  • Trabajo colaborativo: alta dosis de participación e interacción a través de foros, chat y otras herramientas.

  • Interacción con el trabajo: si se trabaja, se pueden aplicar de forma inmediata los conocimientos que se adquieren en la labor profesional.

  • Disciplina y organización: la metodología online exige un alto nivel de disciplina, responsabilidad y organización.

  • Individualización: el docente controla en todo momento el grado de participación del alumno y detecta sus necesidades particulares.

  • Menos gastos: Sobre todo si se asiste a un centro en una localidad diferente a la de residencia.


No obstante, algunos inconvenientes de la teleformación son:

  • Soledad del alumno: aquellos estudiantes que no respondan a la autodisciplina y organización de tareas y necesiten apoyo y control en el estudio.

  • Conocimiento tecnológico: el estudiante debe dominar las habilidades tecnológicas mínimas.

  • Falta de interacción: muchos estudiantes valoran negativamente la ausencia de contacto personal con los docentes o el resto de alumnos.

  • Calidad de los medios: no todas las instituciones que imparten formación online cuentan con las herramientas tecnológicas necesarias para un proceso efectivo.


En conclusión, tanto la teleformación como el teletrabajo han tenido un gran auge estas últimas semanas, pero... ¿estamos realmente preparados para este tipo de trabajo o de formación? Personalmente, creo que aún nos queda mucho por aprender.

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