RESUMEN
Los Espigador@s de la cultura visual propone una serie de posiciones frete a la cultura visual. Esto se realiza debido a: conocer ciertas propuestas teóricas y metodológicos que forman un ambiente que afecta a la educación, observar que existe una gran cantidad de medios y de cultura popular, que forma parte de la cultura visual. Además, uno de los primeros asuntos que se plantean es conocer las posiciones de los docentes u otras personas, que tienen un papel activo en la cultura visual.
Las posiciones que se encuentran frente a la cultura visual son:
- La perspectiva proselitista: este punto de vista cree que la cultura visual tiene una influencia negativa en los niños y las niñas. Puesto que emiten mensajes de violencia, conductas sexualizadas, el materialismo, el consumismo y relaciones insanas. Además, una de las teorías más conocidas es “La Teoría de los efectos del cultivo de la media”. En ella, se sugiere que cuanto más expuesta está una persona a este tipo de mensajes y de cultura visual, mayor es la probabilidad de que adopten creencias y actitudes de este tipo.
- La perspectiva analítica: en ella el profesorado valora la importancia que tienen la cultura visual en el alumnado, por lo que lleva ejemplos al aula. Los docentes tienen claro que los estudiantes son usuarios de la cultura visual, por lo que realizan el papel de guía.
- La perspectiva de la satisfacción: aquí, los profesores saben que la cultura visual causa cierto placer al alumnado, por lo que presta atención a la posición de cada uno y no les fuerza a analizar o criticar lo que les gusta. Es decir, el profesor o profesora no ayuda a sus alumnos y alumnas a construir su crítica.
- La perspectiva autorreflexiva: esta tiene en cuenta las aportaciones del análisis cultural y de los estudios feministas. Además, se favorece el debate y la adquisición de criterio entre los estudiantes. Asimismo, reconoce la cultura visual como una parte influyente en la vida del alumnado.
Por último, una manera de favorecer las relaciones alternativas puede ser la parodia y la imitación, pues gracias a ellas, los jóvenes usan sus gustos para analizar sus comprensiones del mundo. Por un lado, la parodia puede funcionar de manera crítica, facilitando el acceso a ciertas partes. Por otro lado, la imitación hace que los estudiantes exploren nuevas personalidades que antes solo habían soñado.
Reflexión personal
Al comienzo, el autor nos explica cada una de las cuatro perspectivas que podemos encontrar para trabajar la cultura visual.
En mi opinión, se empiezan nombrando las posturas más negativas y finalmente las más positivas. Por lo que, el orden de las perspectivas es el siguiente: proselitista, analítica, de satisfacción y autorreflexiva.
En primer lugar, nos muestra la perspectiva proselitista. En mi opinión, si es cierto que parte de la cultura visual tiene una influencia negativa en los jóvenes, pero que también, existe una gran parte que es positiva. Si es cierto que los niños y las niñas son como “esponjas”, y que cuanto más tiempo estén expuestos a cierto tipo de mensajes, más probabilidad habrá de que adopten esas actitudes.
En segundo lugar, nos enseña la perspectiva analítica. Personalmente, creo que está muy bien que el profesorado guía a sus alumnos y alumnas y que, para ello, lleve ejemplos al aula. Pues es importante, que conozcan tanto los aspectos positivos como los negativos.
En tercer lugar, nos señala la perspectiva de la satisfacción. Es cierto que es importante que los profesores conozcan los placeres de los adolescentes pero, también, es necesario que les ayude a criticar y analizar lo que les gusta. Por lo que creo, que es necesario que el docente ayude a construir su crítica.
El último lugar, nos presenta la perspectiva autorreflexiva. Pienso que es conveniente que se realicen debates, para que cada individuo forme un criterio personal.
Por otro lado, creo que es interesante utilizar la parodia y la imitación como método para comprender el mundo. Además, los alumnos y alumnas aprenderían a la vez que se divierte.
En conclusión, los docentes debemos impulsar la cultura visual y hacer que nuestro alumnado sea capaz de argumentar su cultura visual, repudiando cualquier tipo de cultura que se encuentre de moda o que tan solo sea popular. Además, bajo mi punto de vista, la perspectiva que más me ha gustado es la analítica, ya que es la que más se ajusta a las necesidades de los alumnos. Aunque la combinaría con la perspectiva autorreflexiva.
Bibliografía:
Hernández, F. (2007). Espigador@s de la cultura visual. Barcelona: Octaedro, p.62-71.
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