La propia imagen está constituida por la imagen personal y la imagen corporal. Parecen lo mismo, pero no. Por un lado, tenemos la percepción mental que se corresponde con la imagen personal, y por otro la apariencia física que se corresponde con la imagen corporal. El concepto de imagen personal fue evolucionando con el tiempo. En 1935, Paul Schilder lo definía como “La imagen del cuerpo es la figura de nuestro propio cuerpo que formamos en nuestra mente, es decir, la forma en la cual nuestro cuerpo se nos representa a nosotros mismos”.
Las alteraciones de la imagen corporal se centran en dos aspectos:
Alteración cognitiva y afectiva: insatisfacción con el cuerpo
Alteraciones perspectivas: conducen a la distorsión de la imagen corporal.
Estas alteraciones, según Estévez (2013), dan lugar a trastornos de la imagen corporal, en los cuales la preocupación por el cuerpo y la insatisfacción con el mismo no se adecuan a la realidad y generan malestar interponiéndose en la vida cotidiana.
En los últimos años se ha creado una alarma social debido al incremento de estos trastornos en jóvenes y adolescentes, sin duda los factores culturales y sociales son los mayores responsables de este incremento. Cada momento histórico conlleva un conjunto de valores sociales y culturales que condicionan el modo de vivir y enfermar de las personas, es por esto que ciertos trastornos psicológicos expresan las ansiedades esenciales y los problemas no resueltos de una cultura. Los trastornos más importantes que derivan de la percepción de la propia imagen son psicológicos como el trastorno dismórfico y alimenticios como la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y la obesidad.
Algunos de los recursos que podemos utilizar para trabajar estos temas en el aula de primaria son: cuentos relacionados con el tema, rincones especiales de la clase (vamos a medirnos), juegos y dinámicas (el círculo, el dormido, el espejo), dibujarse a sí mismos, talleres de autoconocimiento, relajación, meditación, trabajo de la autoestima, análisis de estereotipos en dibujos y películas, trabajos grupales que muestren que los estándares de belleza son relativos y están ligados a cada cultura (mujer tuareg valorada por sus michelines, adolescentes de papúa nueva guinea pechos caídos, mujeres etíopes de labios deformados por discos de arcilla, china deformación de pies), trabajos sobre estereotipos y modas, tratamiento de su propio cuerpo, valores de respeto y autoconocimiento (no dejarse engañar por lo primero que ven, redes sociales, influencers).
En conclusión, en la actualidad vivimos inmersos en un mundo donde las redes sociales, los estereotipos y la sobreinformación gobierna sobre nosotros, haciéndonos perder rumbo, el sentido de la vida, embaucándonos con falsas amistades donde cuenta más el interés y la popularidad que el cuidado y apoyo mutuo, donde se valora más un físico bonito que una cabeza amueblada. Todo esto afecta al desarrollo de nuestra propia imagen, de cómo nos vemos nosotros mismos, convirtiendo este campo tan importante de nuestra vida en algo distorsionado y falso, inmerso en un mundo lleno de autocrítica y negatividad. Por tanto, debemos de tratar estos temas con nuestros alumnos en el aula.
Bibliografía:
Ayensa, J. I. B. (2003). ¿Qué es la imagen corporal? Cuadernos del Marqués de San Adrián: revista de humanidades, 2, 53-70. Recuperado de: https://www.researchgate.net/profile/Jose_Baile/publication/28112716_Que_es_la_imagen_corporal/links/5677e90f08aebcdda0eb9c66.pdf
Estévez Díaz, M. (2013). Relación entre la insatisfacción con la imagen corporal, autoestima, autoconcepto físico y la composición corporal en el alumnado de segundo ciclo de Educación Secundaria de la ciudad de Alicante. Universidad de Granada. Recuperado de: https://digibug.ugr.es/handle/10481/23779
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