Podemos decir que, si hablamos de educación también hablamos del lenguaje. Esto es debido a que educamos a través del lenguaje, tal como se viene haciendo desde la incierta e indefinible aparición del mismo.
Si bien este proceso de educación a través del lenguaje tiene larga data, según Urgiles (2016), pues es indiscutible que en la actualidad, existe una multiplicidad y una mayor complejidad en el uso y la finalidad de ciertas formas o facetas del lenguaje. Por lo tanto, este tema debe ser importante a la hora de reflexionar sobre educación.
Es importante aclarar que el concepto de lenguaje no hace referencia solamente a los aspectos verbales sino que dentro del concepto se incluyen todas las formas de comunicación humana (imágenes, sistemas de signos, actitudes corporales, etc. )
El lenguaje nos permite bañarnos del discurso, del propio y del ajeno, y por lo tanto al "ser" sujetos del lenguaje nos constituye constructores de nuestra realidad, y de la ajena. A través del lenguaje existimos, le damos sentido al mundo y a nosotros mismos.
En conclusión, la función de la escuela no es únicamente transmitir conocimiento. El conocimiento está por todos lados, y hay más conocimiento en Internet que en la escuela. La función de la escuela, en cuanto a lenguaje se refiere, es enseñar sus destrezas, que el alumno sepa leer, escribir, expresarse bien, razonar, argumentar, etc. Cuando tenga estas destrezas sabrá usar beneficiosamente los recursos tecnológicos. En sí mismo el recurso tecnológico no es un medio de comunicación, como tampoco lo es la palabra si no sabe utilizarla correctamente.
Bibliografía:
Urgilés, G. (2016). Aula, lenguaje y educación. Universidad Politécnica Salesiana. Recuperado de: https://www.redalyc.org/jatsRepo/4418/441846839010/html/index.html
Comments