El informe Pisa hace referencia a un programa con las siglas "Programme for International Student Assessment". Fue diseñado y puesto en marcha por la OCDE ("Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico") a finales de los años 90. Se trata de un estudio comparativo, internacional, periódico y continuo sobre ciertas características y competencias de los alumnos. Además, su principal objetivo es evaluar la formación de los alumnos y alumnas cuando terminan la ESO (edades entre los 15-16 años).
Según Cadenas y Huertas (2013), este informe ofrece un perfil de alumnado con capacidades por países. También, dictamina el contexto personal, familiar y escolar de los participantes. Para realizar tal informe, deben de participar entre 4500 y 10000 participantes por país. En España, el informe de 2009, fueron evaluados 25000 alumnos.
En cuanto a quienes participan, se encuentran 33 países miembros de la OCDE y 32 países asociados: Alemania, Eslovenia, Islandia, Portugal, Australia, España, Israel, Reino Unido, Austria, Estados Unidos, Japón, República Checa, Bélgica, Finlandia, Luxemburgo, Suecia, Canadá, Francia, México, Suiza, Corea, Grecia, Noruega, Turquía, Chile, Hungría, Nueva Zelanda, Dinamarca, Irlanda, Países Bajos, Eslovaquia, Italia, Polonia, Albania, Federación Rusa, Liechtenstein, Serbia, Argentina, China-Hong Kong, Lituania, Singapur, Azerbaiyán, China-Macao, Moldavia, Tailandia, Brasil, China-Taipei, Montenegro, Trinidad y Tobago, Bulgaria, China-Shangai, Qatar, Túnez, Colombia, Indonesia, Panamá, Uruguay, Croacia, Jordania, Perú, Dubai (UAE), Kazajistán, República Dominicana, Estonia, Letonia y Rumania.
En España el organismo responsable del trabajo de evaluación de calidad es el Instituto Nacional de Evaluación Educativa, llamado hasta 2012 Instituto de Evaluación, que tiene como principales funciones la de elaborar los planes de evaluación general del sistema educativo y realizar la evaluación a nivel nacional sino coordinar la participación en las evaluaciones internacionales, así como elaborar el sistema de indicadores de la educación a nivel nacional.
En conclusión, existe cierta critica por el negativo papel que desempeñan este tipo de pruebas estandarizadas internacionales en promover la competencia, etiquetando y clasificando alumnado y docentes en función de su rendimiento. Además, estas pruebas "miden lo que puede ser medido". Es decir, los estudiantes seleccionen la respuesta correcta, pero no pueden medir más. Las puntuaciones no dicen nada acerca de la imaginación o la creatividad de los estudiantes, su capacidad para hacer buenas preguntas, su inventiva, su capacidad crítica y de transformación justa del mundo.
También, hay cierta concepción homogeneizadora de las pruebas sin tener en cuenta el contexto socioeconómico y cultural de cada país y región. Como si solo existiera un mundo, una única cultura y una única forma de insertarse en este mundo.
Por ultimo, se plantea el hecho de que para qué seguir haciendo estas pruebas tan costosas y que suponen un desembolso público muy importante, en un contexto de recortes continuados en lo educativo.
Bibliografía:
Cadenas-Sánchez, C., y Huertas-Delgado, F. J. (2013). Informe PISA en España: un análisis al detalle. Recuperado de: https://digibug.ugr.es/bitstream/handle/10481/30018/rev172COL2.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Carabaña, J. (2002, September). La LOGSE, la LOCE y el informe PISA. In IX Conferencia de Sociología de la Educación, Palma de Mallorca, Septiembre de 2002. Recuperado de: http://www.ugr.es/~fjjrios/pce/media/4-5-PisaCarabana.pdf
Silió, E. (2014). Las tiranías del informe PISA. El País, 8. Recuperado de: https://www.ucm.es/data/cont/media/www/pag-53647/pisa%20pais.pdf
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