Desde pequeños, antes de "aprender" qué son las vocales o las letras, ya las dibujábamos y pintábamos. Y con tan solo un cuaderno y unos lápices ya eras feliz.
El visual thinking (pensamiento visual) es algo innato dentro de las personas. Pues ya desde la Prehistoria el hombre ha realizado representaciones para expresar pensamientos, historias, etc.
El pensamiento visual, según Bennet (2013), es un término desarrollado por Rudolf Arnheim’s en 1969. Además, dice que el visual thinking es una herramienta que consisten en esforzar y manipular todas nuestras ideas en dibujos simples y que sean fácilmente reconocibles, pues debemos de crear una conexión entre si por medio de mapas conceptuales. Todo ello debe de hacerse con el objetivo de entender mejor los objetivos, poder identificar los problemas, descubrir posibles soluciones, reproducir procesos y producir nuevas ideas.
Asimismo, todo ello funciona, pues el 80% de nuestro cerebro asimila y procesa imágenes, puesto que realiza un menor esfuerzo que en leer un texto.
Algunas pautas para convertir nuestras ideas en imágenes, según Roam (2010) en su libro "Tu mundo en una servilleta", son:
Mirar: observando toda aquella información visual, recopilándola y seleccionándola.
Ver: escogiendo lo que consideramos interesante o importante y agrupamos esa información a través de las relaciones entre los elementos y pautas.
Imaginar: interpretamos y manipulamos los elementos para descubrir nuevas pautas.
Mostrar: cuando encontremos una pauta y se comprenda, debemos de demostrar a otras personas para obtener un feedback.
Si eres una de esas personas que dice “yo no sé dibujar”, a continuación, algunas recomendaciones y ejercicios muy sencillos para que empieces a utilizar las herramientas del pensamiento visual… Y si eres uno de esos afortunados a los que se les da muy bien el dibujo, no dejes de echarles un vistazo. Te pueden dar pistas para mejorar tu habilidad.
En conclusión, el visual thinking ha sido objeto de crítica, referidas, entre otros aspectos, al tiempo que lleva plasmar en un papel un simple concepto, a que no todos estamos dotados con el don del dibujo. Empezando por el final, se debe recordar que el visual thinking es un recurso más que debe formar parte de una combinación metodológica y que suele incluir una parte textual.
En relación al tiempo invertido, recordemos que no es un simple dibujo, sino que supone la comprensión, interiorización, interpretación, organización y explicación gráfica y personal de ideas o conocimientos que hacemos propios. En cuanto al don del dibujo, salvo excepciones artísticas, la mayoría de ejemplos que podemos ver toman como base el boceto, trazos básicos y sencillos que todos podemos llegar a desarrollar.
Bibliografía:
Bennet, J. (2013). ¿Qué es el visual thinking y cómo puedes usarlo? Recuperado de: https://extremservicejam.wordpress.com/2013/02/18/que-es-visual-thinking-y-como-puede-ayudarte/
Roam, D. (2010). Tu mundo en una servilleta. Recuperado de: https://www.danroam.com/
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