Maria Montessori es conocida por haber creado el modelo pedagógico que conocemos como “Método Montessori”.
Según Guzmán (2021), Maria Montessori nació en Chiaravalle (Italia), el 31 de agosto de 1870. Fue hija única de padre militar descendiente de la nobleza de Bolonia que había luchado por la independencia de Italia; y de una madre liberal, católica e intelectual cuya familia se desenvolvía en el mundo de la filosofía, la ciencia y la investigación.
No es de extrañar que el resto de su biografía se desarrollara tal como ocurrió: con apenas 12 años, Maria Montessori y su familia se mudaron a la ciudad de Roma, con la intención de asegurar que estudiaría en las mejores escuelas de la época.
Estando allí, mostró cierto interés y capacidad especial por las matemáticas. Por lo que, se inscribió en una escuela técnica de ingeniería donde solo acudían hombres.
Un año después surgió su inquietud por estudiar medicina, con lo cual decidió abandonar la ingeniería e iniciar los nuevos estudios a los 22 años, aun ante la negativa y el rechazo inicial del director, de su padre y de sus compañeros, quienes consideraban que la carrera de medicina era una especialidad que solo podían ejercer los hombres.
Finalmente, en 1896, a los 26 años, Maria Montessori se convirtió en una de las primeras mujeres médicas de Italia, mismo año en el que fue elegida como representante de las mujeres italianas en el Congreso Feminista celebrado en Berlín, en donde defendió la igualdad de derechos de las mujeres. En ese mismo siglo, denunció la situación que vivían los niños que trabajan en minas en Sicilia, con lo que defendió varias luchas en contra de la explotación laboral infantil. Años más tarde, comenzó a trabajar en clínicas psiquiátricas y colegios donde, principalmente, asistían niños y niñas con discapacidad intelectual en condiciones muy precarias. A la par, Maria Montessori había continuado estudiando biología, filosofía y psicología, tanto en Italia como en Francia e Inglaterra.
La Fundación Argentina Maria Montessori (s.f), afirma que el método Montessori se caracteriza por disponer de un ambiente preparado: ordenado, estético, simple, real, donde cada elemento tiene su razón de ser en el desarrollo de los niños. El aula Montessori está compuesta por niños y niñas de edades agrupadas en períodos de 3 años, lo que promueve la socialización, el respeto y la solidaridad.
Este ambiente ofrece al niño oportunidades para comprometerse en un trabajo interesante, elegido libremente, que propicia prolongados períodos de concentración que no deben ser interrumpidos. Todo ello, permite que el niño o la niña conviva en la pequeña sociedad del aula.
Los niños trabajan con materiales concretos científicamente diseñados. Estos materiales, favorecen la exploración del mundo y el desarrollo habilidades cognitivas básicas. Además, están diseñados para que el niño pueda reconocer el error por sí mismo y hacerse responsable del propio aprendizaje.
El docente debe de ejercer el papel de observador y guía, es decir, tiene que ayudar y estimular al niño en todos sus esfuerzos.
Cabe destacar que, la educación Montessori cubre todos los períodos educativos, desde el nacimiento hasta los 18 años.
Por último, podemos recoger todo su legado en 10 mandamientos (Amiguet, 2020):
- Primero: Recuerda siempre que los niños aprenden de lo que les rodea. Sé su mejor modelo. Si criticas mucho a tu hijo, lo primero que aprenderá es a juzgar
- Segundo: En cambio, si lo elogias con regularidad, él aprenderá a valorar. ¿Qué ocurre si le muestras hostilidad al niño? Él aprenderá a pelear
- Tercero: Si se ridiculiza al niño de modo habitual, será una persona tímida. Ayuda a que tu hijo crezca sintiéndose seguro a cada instante, será entonces cuando aprenda a confiar en los demás.
- Cuarto: Si desprecias a tu hijo con frecuencia, se desarrollará un sentimiento muy negativo de culpa. Propicia que tu hijo vea que sus ideas y opiniones son siempre aceptadas, con ello conseguimos que se sientan bien ellos mismos.
- Quinto: Si el niño vive en una atmósfera donde se siente cuidado, integrado, amado y necesario, aprenderá a encontrar amor en el mundo.
- Sexto: No hables mal de tu niño/a, ni cuando está cerca, ni cuando no lo está. Concéntrate en que tu hijo está creciendo y desarrollándose de modo óptimo, valora siempre lo bueno del niño, de tal manera que no quede nunca lugar para lo malo.
- Séptimo: Escucha siempre a tu hijo y respóndele cuando él se acerque a ti con una pregunta o un comentario.
- Octavo: Respeta a tu hijo aunque haya cometido un error. Apóyalo. Lo corregirá ahora, o quizá un poco más adelante
- Noveno: Debes estar dispuesto/a ayudar a tu niño si busca algo, pero debes también estar dispuesto a permitir que encuentre las cosas por sí solo
- Décimo: Cuando te dirijas a tu hijo, hazlo siempre de la mejor manera. Ofrécele lo mejor que hay en ti mismo/a. ‘Cuando un niño se siente seguro de sí mismo, deja entonces de buscar la aprobación de los adultos a cada paso’.
En resumen, los niños Montessori son usualmente adaptables, han aprendido a trabajar independientemente o en grupo, debido a que desde una corta edad se les a motivado a tomar decisiones. Estos niños son capaces de resolver problemas, escoger alternativas apropiadas y manejar bien su tiempo.
Bibliografía:
Amiguet, T. (2020). Maria Montessori y sus diez mandamientos para educar a nuestros hijos. Recuperado de https://www.lavanguardia.com/hemeroteca/20200830/483204920864/maria-montessori-pedagogia-educacion-metodos-educativos.html
Guzmán Martínez, G. (2021). ¿Quién fue Maria Montessori? Biografía de esta educadora y pedagoga. Recuperado de https://psicologiaymente.com/biografias/maria-montessori
Fundación Argentina Maria Montessori. (s. f.). El método Montessori. Recuperado de https://www.fundacionmontessori.org/metodo-montessori.htm
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